Nunca en mis casi 19 años en el periodismo y medios había visto tal radicalismo, odio y fundamentalismo en campaña política alguna (local y nacional). Había ataques, cuestionamientos, enfrentamientos… Y como siempre, característicos de los tiempos político-electorales. Hasta ahí bien. Pero nada, nada como lo que ahora veo. Ofensas, montajes mediáticos, manipulación, descalificaciones y agresiones verbales que van por mucho más allá de la vulgaridad. Y lo más llamativo, es que la enorme mayoría vienen de gente vinculada al PAN que en el pasado se expresaba de una forma por lo demás civilizada o al menos guardaban las formas aceptadas.
No debemos pasar por alto el respeto por sobre todas las cosas. Respeto a la persona y sus ideas. Hasta el día de hoy, me ha costado perder varias amistades; en Facebook, incluso hasta bloquearme.
Hasta donde ha llegado el radicalismo y polarización… Y todavía faltan poco más de 3 semanas de campaña.
De pensarse.
Que tenga un magnífico día.
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