Tan sencillo como esto. Al igual que en otras enfermedades infecciosas causadas por virus, hay casos (pacientes) que muestran una forma leve de la enfermedad y también hay otros que aunque porten el virus, son asintomáticos (no se enferman).
En México (y Yucatán no es excepción) NO SE están haciendo las pruebas suficientes y necesarias de acuerdo a los estándares y protocolos establecidos por la misma OMS. Incluso se habla que el Gobierno Federal limita la aplicación de estas adrede (inexplicable desde la lógica de la salud pública y pudiera llevar a una negligencia criminal).
Incluso el Sub-Secretario de Riesgos Sanitarios Federal, Hugo López-Gatell Ramírez fue más allá y dijo que aplicar las mismas no se justificaba científicamente hablando.
Volviendo al punto. En México y Yucatán TENEMOS MÁS CASOS que los reportados de manera oficial. Y no es ser brujo, mago o experto en epidemiología.
Tan sencillo como que si no se están haciendo las pruebas a TODO aquel que tenga síntomas sospechosos o que haya estado en contacto con un infectado; el número de enfermos será mayor (de hecho, no logro entender que mecánica o protocolo se sigue para decidir si se le hace la prueba o no a un paciente).
Y ojo. Aquí no se está considerando a quienes muestren una forma leve de la enfermedad (que pudiera ser confundida con otra) o bien sean asintomáticos. Si la tasa de contagio del COVID-19 es de 2.5-3 (significa que cada infectado contagia a entre 2 y 3 personas).
Hagan sus números, y conservadoramente, muy conservadoramente… multipliquen el número de casos oficiales reportados por 3.
Mientras no se hagan pruebas y más pruebas, es igual a tener los ojos vendados, en un cuarto oscuro; e intentar golpear millones de piñatas microscópicas.
Emilio E. Moller Bernés.
@EMollerB
Abril 6, 2020.