En Primera Plana: ¿Dónde están los banqueros?

Cierto el caso es que de alguna manera se acabó con una enseñanza que es la cultura del ahorro…

Ésta una excelente pregunta y una mejor respuesta: se perdieron en la inmensidad del dinero. ¿Dónde acabaron las cuentas de los pequeños ahorradores, dónde acabaron las cuentas de los ahorradores escolares, dónde acabaron los medianos y pequeños inversionistas?.

La banca en su afán de modernizarse ha limpiado sus carteras de ahorradores medianos y pequeños, sobre todo los bancos muy grandes, desaprovechando ese marginal que deja muchas utilidades, olvidándose de que lo único que hay que hacer es invertirles un poco de dinero y tiempo, a más de administración electrónica; es dinero fresco que no se mueve, es un soporte financiero seguro.

Recuerdo que hace 25 años un banco liquidó a sus ahorradores devolviéndoles sus pequeños ahorros, todo aquel que no tuviera mínimo $5,000 era cancelado.

No sé si más tarde se dieron cuenta del error que cometían, porque los cientos de ahorradores que fueron liquidados buscaron refugio en otro banco menos exigente. No sé cuántos actualmente sean inversionistas y/o propietarios de negocios que puedan dar fe de lo que aquí les cuento. Eran el talkú.

Otro caso lamentable fue de un banco que acabó con la libreta escolar. Ese fue muy especial porque les devolvieron a niños y jóvenes sus pequeños ahorros y éstos no tuvieron tal vez la misma oportunidad de reinvertir. En tiempos modernos está la frivolidad de otra institución, que maltrata y pretende burlarse de su cliente y se ha vuelto selectiva.

Surgieron bancas pequeñas no reguladas y cooperativas, con resultados funestos: quiebras y desfalcos. Trabajo y esfuerzo económico del Banco de México para sanear y no permitir más hurtos.

Cierto el caso es que de alguna manera se acabó con una enseñanza que es la cultura del ahorro y hoy nos encontramos con campañas publicitarias que te enseñan a usar la banca desde tu teléfono, a pagar tus compras desde tu iPod, pero nadie me dice cómo proteger mis operaciones con códigos cifrados. Hoy nadie promueve el ahorro, sólo la compra a través del endeudamiento con tarjetas de crédito. Si hubiésemos enseñado a nuestra juventud a ahorrar habría más negocios y las operaciones sin tanta pérdida por cobranzas de deuda. No hay una cultura de gasto-ahorro.

¿Cómo les vamos a pedir a nuestras nuevas generaciones responsabilidades si lo único que conocen en el camino a la intoxicación por compras por endeudamiento? ¿Cómo les vamos a pedir un manejo controlado si no conocen el principio de la economía y administración que es el ahorro? Se acabaron los buenos banqueros.

Comentarios a: emilio_radio@yahoo.com.mx

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