En evento celebrado en el patio de honor de Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto celebró este lunes la promulgación de las leyes secundarias de la reforma energética aprobadas por el Congreso, con las que se espera que el Producto Interno Bruto crezca un punto porcentual adicional a partir de 2018.
Enrique Peña Nieto reconoció el trabajo de los legisladores federales para el fortalecimiento y la aprobación de las nueve leyes nuevas y modificaciones a 12 existentes que dan el marco para la reforma energética promulgada en diciembre de 2013.
“La reforma energética establece un nuevo modelo de desarrollo y crecimiento para nuestra industria petrolera y eléctrica”, expresó Peña Nieto.
El mandatario destacó que habrá una baja gradual de los precios de los energéticos, lo que ayudará a la situación de las familias mexicanas.
Para que Pemex y CFE puedan modernizarse, la reforma las convierte en empresa productivas del estado, con más autonomía para incrementar su competitividad, dijo el presidente, con lo que inicia una nueva era para ambas.
Pedro Joaquín Coldwell, Secretario de Energía, fue el primero en tomar la palabra y destacó que este nuevo marco jurídico reafirma que los hidrocarburos en el subsuelo son de la nación.
El titular de la Secretaría de Energía señaló que las nuevas leyes tiene como objetivo poner fin a la declinación petrolera y gasífera que afecta al país, al buscar que la industria de los hidrocarburos cuente con la tecnología y los recursos necesarios para acceder a aguas profundas y yacimientos no convencionales, además del impulso a energías alternativas
Además, dijo, se otorga una nueva naturaleza jurídica a Pemex y la Comisión Federal de Electricdad (CFE), que dejan de ser organismos públicos descentralizados y se convierten en empresas productivas cien por ciento propiedad del Estado.
“La reforma energética es una reforma radical al régimen fiscal del petróleo, el gas y la electricidad”, señaló el titular de Hacienda, Luis Videgaray.
El funcionario detalló que la simplificación del régimen fiscal de Pemex y CFE, que ahora pagarán los impuestos que se aplican a cualquier otra empresa, les permitirán competir, así como incrementar su inversión en actividades que generen utilidades, de forma que paguen un dividendo al gobierno federal, que podría ser reinvertido en las mismas empresas o en fines sociales.
Ambas empresas tendrán autonomía respecto al destino de sus recursos, mientras respeten el techo de endeudamiento y pago de personal, que serán aprobados por el Congreso.
Sobre la absorción del pasivo de las jubilaciones y pensiones, Videgaray subrayó que esto permitirá que cuenten con más recursos, pero sucederá sólo si las empresas y los trabajadores acuerdan modificar el régimen pensionario.
En su participación, Gustavo Madero, presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), dijo que la reforma energética es pardigmática y tiene origen en una iniciativa blanquiazul.
“Es la mayor reforma económica de los últimos 75 años”, dijo Madero, “y es resultado de un esfuerzo conjunto”.
Se abre un capítulo de apertura y modernidad, afirmó el panista, para mejorar la calidad y precio de productos y servicios y detonar la inversión y la creación de empleos, asegurando la soberanía sobre los hidrocarburos.
César Camacho Quiroz, presidente del PRI, dijo que la reforma energética es la reforma que más transforma, además de señalar que el Estado refirma su rectoría en áreas estratégicas para que la riqueza petrolera se traduzca en beneficios para todos.
Entre las nuevas leyes que se promulgan hoy están la de Hidrocarburos, de Ingresos sobre Hidrocarburos, del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, de la Industria Eléctrica, de Petróleos Mexicano y de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética.
También se reformaron leyes como la de Coordinación Fiscal, de DEUDA Pública, de Inversión Extranjera, de Asociaciones Público Privadas y de Entidades Paraestatales, entre otras.