A Ocho Columnas: Peligrosa Polarización.

Una crítica y comentario objetivo tiene que pasar obligatoriamente por el descrédito de la clase política mexicana. Sin distingo de partidos ni colores.

Los recientes acontecimientos y movimientos político-electorales traen a colación algo que desde hace meses viene pasando: la creciente polarización y radicalización de un sector cada vez más amplio en Acción Nacional. Poco o nada queda de aquel emblemático partido de la derecha mexicana. Del que buscaba una patria humana y generosa para todos.

Sectarismo, odio, radicalismo e inmovilismo. Eso parece ser lo que mueve hoy día al PAN. El papel de oposición responsable ha dado paso a la diatriba y ofensa. Golpeteo constante y sonoro día a día, torpedeando la misma esencia de su ser. Atrás quedo la proposición y movimiento. De lleno en un proceso electoral, aún no cicatrizan las heridas de 2012. Hacia dentro del partido, no hay una coherencia ideológica; grupos afines; maderistas o calderonistas están en un estira y afloja por lo demás desgastante.

De la diversidad y tolerancia panista de los ya lejanos tiempos de Carlos Castillo Peraza, hoy se está imponiendo el maniqueísmo absolutista que aborrece todo lo que no huela a panismo o haya emanado de el. Más aún, si el asunto en cuestión implica algún gobierno emanado de sus filas, la política de tirar la piedra y esconder la mano: la culpa es del PRI, quien ha puesto de rodillas a nuestro país. Y quizá; pero hasta el año 2000. Porque a partir de ahí, 12 años; dos sexenios de gobiernos emanados del PAN que son punto de referencia. Un antes y después. Por ahora, parece quisieran no hubieran existido. Porque Acción Nacional nació en la oposición y es donde mejor se mueven. Incluso en el poder, se mueven como oposición; surrealista.

Y no es hablar de una sola campaña política. La propuesta sensata ha dejado el paso al ataque y sin razón. No se trata de pureza, o de quien roba menos o quien roba más. El desprestigio de la clase política los llevó al poder. Las promesas hechas, quedaron en el mejor de los casos a medio hacer. La mayoría, olvidadas. Acomodados en la cima misma, como si de seguir un guión se tratara, hicieron todo, todo lo que juraron nunca habrían de hacer. ¿Ignoraban que negociar en lo oscurito y mantener el status que es inherente del poder, quienquiera sea que lo detente? El poder se negocia. Lo hizo Salinas, Zedillo y recientemente el presidente Peña Nieto.

Desde Baja California a Yucatán; Acción Nacional se ve y se siente sin un liderazgo firme. Sin una ideología clara. En un entorno político donde se ve cada vez más alineado con propuestas y actitudes descarriadas, «alegres» y hasta románticas en el más puro estilo lopezobradorista sin (el todavía) ingrediente mesiánico del sempiterno líder de MORENA. En una campaña intermedia, echan mano de Josefina Vázquez Mota, de la mano de Margarita Zavala. En Yucatán, Patricio Patrón, ex gobernador panista que no refrendó su militancia; hace campaña activa por el PAN. El pasado pareciera ser un lugar cómodo. Pero es ahí en donde está: en el ayer.

No veo una línea de mando. No veo orden y disciplina. A río revuelto, ganancia de pescadores. Como todo en la vida, y la política no hay absolutos. El gran abanico de la realidad está en medio. Panistas honestos los hay y los habrá. Solo que hoy, es muy difícil distinguirlos.

Que tenga un magnífico día.

Comentarios a: emollerb@live.com
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Facebook: Emilio E. Moller

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