A Ocho Columnas: La visita Papal: percepción y realidad.

Es evidente el disgusto. Incomodidad y hasta rechazo. La presencia del Papa latinoamericano en México puede resumirse así. Una visita; que fue esperada desde la llegada de Francisco al trono petrino, y pareciera no haber llenado las expectativas de los organizadores. A pesar de grandes y evidentes muestras de afecto; esta visita no ha movido a millones de fieles de la misma forma que las anteriores. Y ya no digamos las 5 visitas del ahora santo, Juan Pablo II. La visita de Benedicto XVI en 2012 estuvo llena de emoción, alegría y espontaneidad.

Algo pasó. Y la diplomacia y curia vaticana lo sabe. En esta ocasión, las redes sociales han sido implacables con el pontífice. Acusándolo; sin fundamento de conspirar con el Estado Mexicano para ocultar la enorme problemática que se vive. Incluso al nivel del absurdo de venir y haber cobrado millones de dólares por “legitimar” al Gobierno de Enrique Peña Nieto. Lenguaje vulgar y por lo demás intolerante ha prevalecido en las redes; y en opiniones de algunos periodistas y analistas.

Pero no. No veo que el rechazo, disgusto e incomodidad vengan del grueso de la población. Casi 100 millones de católicos. La principal oposición viene desde dentro. Del seno mismo de la Iglesia Mexicana. Porque el Papa ha sido severo con ella, con sus sacerdotes, religiosas y religiosos; y que decir de sus obispos, arzobispos y cardenales. Y vaya que lo fue. En el mensaje ante las autoridades, en histórica visita a Palacio Nacional fue parejo con todos. Con políticos y curia mexicana.

Y claro; es sabido que Francisco, el jesuita no goza de muchas simpatías dentro del clero nacional; donde buena parte del mismo ha vivido cómodamente en el “status quo” imperante desde Juan Pablo II, pasando por Benedicto. Un segmento muy grande e importante del clero, rechaza abiertamente a Francisco. No le gusta su apertura y visión de los tiempos que se viven. Su sencillez. Su cercanía con los fieles. Los católicos de a pie.

Porque el hombre llego a romper con el molde que se esperaba. A terminar con las canonjías y privilegios. A transformar a la Iglesia y llevarla al siglo XXI y más allá. A buena parte de ese clero, no le ha gustado la postura del Papa sobre los homosexuales, las madres solteras y los divorciados vueltos a casar. No se han pronunciado públicamente. Pero han operado en lo oscuro.

En esta visita, se hizo evidente el segundo plano que se vio forzado a guardar el Arzobispo Primado de México; Mons. Norberto Rivera Carrera cuyo relevo se ve cercano. Segundo plano contrastante con ocasiones anteriores; donde se le veía de la mano del Sumo Pontífice. La iglesia es un poder. Y como tal, manda y organiza. Se antoja, en esta ocasión no se hizo el esfuerzo por hacer que brille a plenitud la estrella de Su Santidad.

Se ve una operación austera, tímida y hasta en exceso reservada. Las muestras de júbilo y alegría espontaneas; no son celebradas como en otros momentos. El clero mexicano, incluso se ha visto como ajeno a esta visita. Clero que ha solapado y ocultado casos de pederastia y violación; que ha cobijado y sigue cobijando a religiosos que con su conducta se han alejado del camino de Jesús y más aún, que no ha tenido la humildad, humanidad y sencillez de pedir perdón. “Mea culpa” quizá insuficiente; pero necesaria para llegar al perdón. Sillas vacías, zócalo a medio llenar y misas a la mitad. Se percibe una división. Un disgusto y rechazo que se ha hecho evidente a partir de esta visita.

Han sido días muy intensos. El Papa ha encontrado el amor y fidelidad de su gente. Y se le ha visto contento. En los lugares donde estuvo, fue claro, certero y cercano a la gente. No puede ser de otra forma. Así es Jorge Mario Bergoglio y eso gusta a las personas. Y por eso no gusta a un sector importante de la Iglesia. Qué paradoja.

Al seguir esta visita y toda la agenda no puedo dejar de pensar en Benedicto XVI y sus razones al renunciar al papado. Recuerdo se refirió a los intereses ocultos y ajenos a la misión de Cristo; y la fuerza que ya no tenía para enfrentarlos. Y la voluntad requerida para seguir adelante, con lo que dijo “el gran reto de la iglesia del Dios vivo”. Hago memoria y reflexiono. Me quedan cada vez menos dudas. Esta visita retrata a la perfección los motivos del pontífice emérito.

Desde el vuelo de retorno a Roma, la diplomacia vaticana estará pensando la estrategia a tomar. Que hacer para el futuro. Vaya, que como mexicano, estoy sorprendido. El Papa que logró acercar a EEUU y Cuba; el Papa latino, con raíces americanas no “conquista” México, pilar del catolicismo mundial. Mi opinión: Los nuevos aires y frescura de Francisco han encantado al mundo y estoy cierto lo seguirá haciendo. Pero en México, del 12 al 17 de febrero de 2016, el ala conservadora de la Iglesia Católica se manifestó. Y mostró lo que tiene. Y a la vez, lo que no tiene.

Que tenga un magnífico día.

Comentarios a: emollerb@live.com
Twitter: @EMollerB
Facebook: Emilio E. Moller

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *