Por más que trato de entender, no lo logro. Por partes: Primero: los supuestos «taxistas» que atacaron al conductor de UBER la semana pasada NO eran, no son del FUTV. Segundo: la operación de plataformas digitales ya está regulada en Yucatán a diferencia de otras entidades.
Entonces, ¿cuál es la verdadera razón del paro en Yucatán (y en otros estados de la región) el día de hoy martes?
¿Amagar y amenazar al gobierno para «sacar» a UBER?
Porque percibo que el Gobierno está cargando con la culpa de algo que no debería. La autoridad actuó rápido, y se atrapó a los supuestos agresores. El proceso judicial está en marcha.
En un marco de legalidad, el FUTV debió de mantenerse al margen; apostar por la legalidad. Ellos tienen un título de concesión de transporte público y UBER (y demás plataformas) están reconocidas por la ley. Esto le hubiera dado al volante ese margen de maniobra para operar política y públicamente.
Los supuestos taxistas y agresores
NO se vinculan al volante… (Inicialmente se dijo que eran de Econotaxis, ahora son presuntamente de “Meritaxis”)… y me pregunto, seguramente como otros, ¿Porque el paro?,
¿Sacar a UBER de Yucatán y de México?,
¿Echándose encima a la población y la opinión pública?
Lo primero que se ve es la intención de dañar la imagen de un gobierno que ha actuado bien, a tiempo y generado resultados positivos. Y para rematar, empañar la imagen y trabajo honesto de muchos, cientos de taxistas en nuestro estado.
El mismo FUTV distorsiona, por alguna razón inentendible por un amplio sector de la población y afecta aún más de lo que se dicen «lastimados» por UBER; a sitios de taxi, tradicionales como lo es (al menos para un servidor) el del Santa Ana. Las veces que lo he solicitado, siempre atento y puntual. A cualquier hora.
Ahora; el «paro» no fue de 24 horas. Concluyó a las 14 horas de este martes. Pero puedo adelantar algo: en la mente del ciudadano, él villano es el taxista. Las RP del volante, antes delicadas y precarias hoy son inexistentes. Una catástrofe para ellos. Porque; en cuanto a los ciudadanos, cuando UBER y demás hayan pasado; el agravio del martes 27 de septiembre de 2016, difícilmente será olvidado.
El juego perverso una vez más. Pierde la autoridad. Pierden los taxistas. Pierde la ciudadanía.
Al menos en Yucatán, las plataformas digitales están reconocidas por la ley. Hay mercado para todos. Que se cumpla con lo mandado en la legislación vigente.
Qué tenga un magnífico día.
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