Como en sus mejores tiempos, el PRI está luchando y preparando a sus cuadros para regresar a sus posiciones perdidas. De que está luchando ni duda cabe, de que está trabajando, no hay quien lo niegue, de que gane el resultado de la encuesta será la que determine quién gobernara Mérida.
Y cuando hablo de la encuesta es la del 7 de junio en el que saldremos a votar y cumplir con el sagrado deber de elegir sin presiones a nuestros gobernantes, veremos en el transcurso del día la afluencia de votantes y las cantidades de votos que vayan acumulándose en las casillas.
Quien gobernara Mérida es un acertijo; puede ser el PRI si manda a un candidato, carismático, bien preparado, con amplia carrera dentro del PRI y que sea bien visto por la gente, que no se sienta ganador cuando ni las contiendas han empezado que tenga la discreción necesaria para soportar críticas y consejos ,así si el PRI gobernará Mérida
La contraparte el PAN; se apresta también en buscar a su candidato ideal, un personaje que esté limpio, que no tenga cola que le pisen, que en su vida familiar no existan ni siquiera chismes que puedan ensuciarla, que sea poco fiestero, que esté limpio lo más posible y que se sepa de su pulcritud en el manejo personal de sus actividades, tal vez así el PAN conserve la alcaldía de Mérida.
Se avecina tiempos complicados y difíciles en la política en los dos partidos, por las divisiones que existen en ellos, por los feudos de poder y por el desconocimiento real de las necesidades del electorado.
En los últimos días se levantaron algunas encuestas de cómo se conformaban los candidatos a gobernar Mérida y quiero decirles que los datos allí asentados, no nos marcan a ningún candidato con marcadas preferencias.
Resulta que se metió una pregunta que se ha hecho miles de veces, por quien votaría si las elecciones fueran ahora (por hoy), y parece que la pregunta confundió al electorado. No hay que olvidar la encuesta es una foto real, pero no confiable hay que interpretarla y medirla muy bien, hay reglas y procedimientos para no fallar.
Si las expectativas no cambian y se cumplen tiempos y movimientos serian Mauricio 1 y Mauricio 2 los candidatos: tendrán que irse a campañas por sus apellidos y olvidarse de sus nombres.
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