Duro golpe al petróleo y moneda nacional.

La falta de acuerdo en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para fijar su techo de producción y el exceso de oferta continúan el precio del Brent, que hoy bajó de 38 dólares el barril por primera vez desde el inicio de la crisis económica en 2008.

El crudo europeo cerró en el International Exchange Futures (ICE) de Londres en 37.93 dólares el barril, ante el temor entre los analistas a que la saturación del mercado, que ha castigado los precios durante el último año y medio, continúe invariable en 2016.

Al otro lado del Atlántico la situación es prácticamente idéntica y, en el mercado de Nueva York, el crudo intermedio de Texas (WTI) ha perdido el 3.10 % y ha cerrado en 35.62 dólares por barril, un precio no visto desde hace casi siete años.

El precio del WTI, el crudo de referencia en EU, ha descendido durante esta semana un 10.9 %.
«Sería ingenuo volver a esperar un recorte de la producción el próximo junio (en la siguiente reunión de la OPEP). Eso no va a ocurrir, y cuanto antes lo asuma la industria del petróleo, mejor», señaló a Efe Vandana Hari, analista de la firma Platts.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirmó hoy en su informe mensual que no prevé una reducción de la oferta a corto plazo y que el crecimiento de la demanda se ralentice el próximo año, lo que agudizó el desplome del crudo.

La caída mantenida de los precios, que han bajado cerca de un 40 % en el último año, supone un éxito para la estrategia de Arabia Saudí y sus socios del Golfo, que mantienen la producción por encima de los requerimientos del mercado para tratar de dejar fuera de juego la naciente industria del esquisto en Estados Unidos y a otros países productores.

«El grupo exportador ha estado bombeando a voluntad desde que Arabia Saudí convenció al resto de miembros (de la OPEP) hace un año para que se abstengan de recortar el suministro, a fin de defender su cuota de mercado frente al constante aumento de la oferta de productores externos a la OPEP», constata la AIE en su informe.

La unidad interna de la OPEP ha comenzado a resquebrajarse, sin embargo, debido a las dificultades financieras que afrontan los miembros menos opulentos de la organización, como Venezuela, Ecuador y Nigeria, una falta de consenso que se hizo evidente la semana pasada en Viena de los miembros de la organización.

«Si los países del grupo no comienzan a cooperar de nuevo entre ellos van a encontrar dificultades para lograr que sus políticas tengan el impacto deseado, y quizás algunos de sus miembros comiencen a cuestionarse los beneficios de permanecer en la organización», señaló a Efe el analista Richard Mallinson, de la firma británica Energy Aspects.

Arabia Saudí, Kuwait y Catar, entre otros, han liderado esta guerra de precios con la seguridad de que sus amplias reservas de capital les permiten afrontar sin contratiempos varios años con los precios del petróleo en niveles mínimos, pero los problemas financieros son más acuciantes para otros miembros del grupo.

«Hay países que están sufriendo enormemente debido a los bajos precios, pero no tienen la capacidad de cambiar la tendencia por sí mismos. Solo si la OPEC actúa unida podría hacer que comiencen a subir», sostuvo Mallinson.

La mayoría de los analistas coinciden en que si Riad y sus socios no dan su brazo a torcer, la tendencia a la baja puede mantenerse hasta que la fuerte desinversión a la que se ha visto obligada la industria petrolera en todo el mundo se traduzca en una reducción de la producción global.

Hasta ahora, las compañías han suspendido operaciones de extracción por un valor cercano a los 2 billones de dólares, según las cifras de la Red de Investigación Global de Energía, en el Reino Unido.

Ese parón en la explotación de nuevos yacimientos podría comenzar a tener efectos sobre la oferta real de crudo en la segunda mitad de 2016, lo que contribuiría a una recuperación de los precios incluso si la OPEP mantiene invariable su techo de producción.

«En el lento y largo camino hacia el reequilibrio del mercado, los proyectos y áreas que se han convertido en poco rentables y que han sido abandonadas serán las primeras en volver a producir cuando los precios comiencen a repuntar», sostuvo Hari.

Otros agentes del sector, como la consultora Goldman Sachs, han advertido de que los precios pueden llegar a caer hasta los 20 dólares el barril ante la posibilidad de que la capacidad de las reservas de los principales consumidores de petróleo, ya en máximos históricos, se saturen en los próximos meses.

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