A Ocho Columnas: Romper paradigmas.

Hace pocos días escribí sobre la importancia de dejar a un lado los dogmas y atreverse a romper paradigmas. Nada más difícil que esto. Ya sea por comodidad, por desidia o por cuestiones políticas o meramente personales existe la tendencia al NO CAMBIO.

Es un hecho el nuevo sistema de transporte metropolitano para Mérida. Desde la llegada de las nuevas administraciones, federal y estatal se consideró una prioridad. En días pasados, con motivo de su segundo informe de gobierno, el ejecutivo federal refrendó la necesidad de un cambio. Es un proyecto con paternidad en la federación junto con otros 3 sistemas que se implementarán en otras ciudades de la geografía nacional.

Esta semana, el gobernador Rolando Zapata confirmó que en las próximas semanas se tendrá el diseño final de lo que será el nuevo mapa del transporte en Mérida y su zona conurbada. Será un sistema, hecho a la medida respondiendo a las necesidades intrínsecas de los más de 250 mil usuarios que suman y usan el servicio cotidianamente. Asumiendo, el mismo gobierno estatal como una promesa de gobierno a casi dos años de haber llegado al poder.

Por otro lado, los concesionarios del transporte urbano de Mérida, llevan con la autoridad una relación que cuando no ha sido rispida ha sido un tanto fría. El problema radica en que contadas excepciones, los «dueños» del servicio de transporte de la ciudad están anclados en posiciones y formas de operar el negocio como si la capital del estado fuera una ciudad de menos de 300 mil habitantes y en los años 60 o 70 del siglo pasado. Un sistema de rutas radiales (del centro a la periferia) que en el esquema actual de ciudad es inoperante. La tendencia desde la menos la última mitad del siglo XX han sido las rutas diametrales con boletos que permiten el transbordo para llegar al destino.

La mala costumbre de muchos concesionarios de permitir a sus choferes operar sus unidades como taxis. Paradas cada vez que un pasajero desde ascender o descender del camión. Y con paradas en promedio establecidas cada 100 o 150 metros (el estándar internacional es de 500 metros). Una de las razones de esta anarquía desmedida es el calor que priva en la ciudad y la facilidad de brindar a los usuarios llevarlos hasta la puerta de sus casas. Loable, cierto. Pero inoperante en una urbe con Mérida en la segunda década del siglo XXI.

Es común que las rutas de camiones sean a veces sinuosas, en calles inadecuadas para el tránsito de los autobuses y si le sumamos la irresponsabilidad de los operadores que causan accidentes y muertes de peatones, pasajeros y ciudadanos a constantemente.
Eso tiene que cambiar. Incluso los concesiaronarios del transporte tienen un plan y estudio alternativo. La obligación de la autoridad de hacer valer la ley y reglamentos deberá prevalecer, así como el constante diálogo. Pero las cosas están cambiando, están en marcha y no hay vuelta de hoja. El nuevo sistema de transporte diseñado por la autoridad, privilegiará los transbordos. De lo que se ha podido saber, serán rutas diametrales, de norte a sur, y de Oriente a poniente quedando algunas radiales que seguirán teniendo como punto de origen y destinó el centro histórico de la ciudad.

Porque otro de los grandes motivos de este plan, ha sido el descongestionar el CH de Mérida de tantos vehículos. Es sin duda un gran paso, para pensar en lo que queremos hacer ahora con el enorme tesoro que existe en el centro, y por rutina y cotidianidad no se aprecia plenamente.

Hay liderazgo de parte del Gobierno del Estado. Alineación con la Federación. Y disposición, aunque a veces con mucho trabajo por parte de los concesionarios. Vaya que ha tenido que hilar fino; además del gobernador, el secretario general de gobierno, Víctor Caballero Durán. No es, ha sido, ni será un trabajo fácil.

Esperemos en las próximas semanas, el nuevo plan y su implementación. Con una visión metropolitana y menos urbana. Buscando solucionar los retos de lo que está por venir. Fomentar el uso del autobús por encima del automóvil particular. Un gran cambio cultural. Serán autobuses de última generación, diésel o gas natural compatibles con el medio ambiente.
Son miles de millones de pesos de inversión. Estoy seguro valdrá la pena.

Que tenga un magnífico día.

Comentarios a: emollerb@live.com
Twitter: @EMollerB
Facebook: Emilio E. Moller

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *