A Ocho Columnas: Por sobre todas las cosas, respeto.

Me considero a favor del uso racional de la bicicleta como medio de transporte. Hace unos años, viví en el extranjero. Específicamente en la ciudad de Portland, Oregon en los EEUU. Esta ciudad, es un paraíso para los ciclistas y peatones: Carriles exclusivos, calles peatonales, tren ligero, autobuses ecológicos, parques y áreas verdes extensas, etcétera. Los fines de semana gozaba pedaleando por las mañanas. Pero si algo prevalece ahí es el respeto. Respeto entre todos quienes hacen uso de la vía pública.

A mediodía me enteré de la lamentable muerte de la atleta y ciclista Ruby Hernández Montero. Fue arrollada por un tráiler en la carretera Mérida-Progreso. Una muerte innecesaria más.

Este funesto suceso trajo a mi mente algo. De meses a la fecha se ha hablado de incrementar las multas, castigar a los conductores, meterlos a la cárcel; incluso hasta modificaciones al reglamento de tránsito y vialidad (que por cierto ya entraron en vigencia) que buscan proteger a motociclistas y ciclistas.

Y digo buscan; porque no he escuchado para nada la urgencia de impartir talleres y cursos de manejo a la defensiva y educación vial a peatones y ciclistas. Son sencillas reglas, que aplicadas pueden salvar (y en otras latitudes salvan efectivamente) vidas. Reglas que no cuesta nada aplicarlas y que en pocas palabras, es anticipar lo que hará el otro.

Y por otro lado complementariamente, hacer más estricto el proceso para la obtención de cualquier tipo de licencia de manejo. Haciendo hincapié en la necesidad de conocer el reglamento de tránsito y vialidad y respetarlo. Y hacerle saber lo mismo a peatones y ciclistas. El hecho de no contar con una licencia de manejo, no los exime de cumplir con lo establecido en la ley… y hacerlos de alguna forma también sujetos a tener alguna responsabilidad civil.

Porque así como es cierto que muchísimos conductores no respetan el reglamento y manejan de forma por lo demás peligrosa; en muchas ocasiones, son los ciclistas y peatones quienes imprudentemente ocasionan los accidentes. Insisto; la solución está en el sentido común y el respeto de todos y hacia todos.

Así como es reprobable que un vehículo no ceda el paso al peatón en zonas designadas para cruzar la calle; es una ofensa y falta de respeto al conductor cruzar la calle a paso de tortuga. La calle se debe atravesar en las zonas marcadas para hacerlo, girando la cabeza antes hacia ambos lados de la calle asegurándose que no haya vehículos y cruzando a paso firme. Ni lento, ni corriendo.

La educación vial, es educación cívica. Para vivir en sociedad. Se debe enseñar en las escuelas; y también en el hogar. Es labor de cada miembro de la sociedad. Ser consciente y respetuoso. Suena fácil. En la práctica tristemente… No lo es.

Que tenga un magnífico día.

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