A Ocho Columnas: ¿Gol? o ¿Venganza?

El pasado 1 de septiembre el presidente Peña Nieto envió al Congreso de la Unión la iniciativa para una Ley General de los derechos de niñas, niños y adolescentes; en calidad de “preferente”, es decir que tiene que aprobarse en el actual período de sesiones de la legislatura.

Semanas de discusiones y debates en el Senado de la República como cámara de origen, y hasta su aprobación por las diferentes bancadas dieron como resultado un engendro, que pocos entienden y los conocedores del tema consideran obtuso, aberrante y vergonzoso al par de cínica y descarada.

El PRD y su línea “progresista” cambiaron incluso el nombre de la ley, llamándose ahora “de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, niños y adolescentes” como si por el solo título rimbombante ya fuéramos un país avanzado.

Es una ley retrógrada, porque en varios aspectos merma la patria potestad de los padres sobre los hijos. Es bueno, hablarles de sexo y reproducción a nuestros hijos desde pequeños. Hacerles entender y saber de la maravilla que es la vida humana y la responsabilidad que representa practicar el sexo de manera segura así como la gran importancia de la paternidad o maternidad (en su caso) en la vida de los seres humanos.

Lo que es inaceptable es hablarles a los menores de cuestiones, que si bien son cotidianas y difícilmente sustraerse de ellas son solamente responsabilidad de los padres. Tal y como lo contempla esta ley; el estado podría alentar a un menor a cambiarse de sexo si así lo desea, o a una adolescente a practicarse un aborto sin el consentimiento de los padres… por solo mencionar algunas.

En pocas palabras, mancillar la vida familiar de los menores a cambio de “promover” una vida sexual abierta, diversa y progresista. Y lo peor del caso, es que en el Senado esta ley pasó sin mayores problemas. De corridito. Fast track. Muchos de nuestros senadores leen mucho… en la cama. Porque antes de votar. No.

Golazo, no solo al ejecutivo federal. A los senadores del PRI, a los senadores del PAN y su ala conservadora tan persignada; y a los verdes. Una ley justa, necesaria y acorde a lo que México necesita en vista de proteger a un importante sector se su población, tergiversada y modificada a la mala por una izquierda resentida y vengativa que se “cobra” la afrenta por la reforma energética.

Ahora la “pelota” está en la Cámara de Diputados. Organizaciones civiles, de cada rincón del país han hecho oír su desacuerdo con esta iniciativa. La discusión seguro será difícil. Se habla de reuniones cupulares entre el ejecutivo federal y partidos políticos para enmendarla. Pero el daño está hecho. Quitar de la opinión pública la imagen que se tiene de la misma será endemoniadamente difícil. Mancha el espíritu de la nueva ley que nada tenia que ver con el engendro saliente.

Hay tiempo, y es el momento de actuar. En los diputados está corregir los desvaríos de quienes se empeñan en que seamos un país de primer mundo, con ideología de tercero y cuarto. Con los dogmas a flor de piel. Y si a eso le llaman progresismo… ¡vaya! Gracias, pero no. Gracias.

Que tenga un magnifico día.

Comentarios a: emollerb@live.com
Twitter: @EMollerB
Facebook: Emilio E. Moller

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *