Les diré algo: a mi si me gusta y me parece el llamado TREN MAYA que propone el Presidente López Obrador. No existe país desarrollado en el mundo que no cuente con una extensa red de vías férreas.
Por ella transita principalmente la carga (el ferrocarril es el medio de transporte terrestre más económico en relación costo/beneficio) y en menor escala, pasajeros; que en mayor medida viajan a través de otros medios ya sea automóvil, autobús o avión. Sin embargo; desde hace más de 50 años en Europa, y más recientemente en los EEUU y otros países desarrollados el transporte de pasajeros por tren se ve como una opción funcional.
Sin embargo, no debemos dejar pasar la enorme importancia de contar con trenes. De hecho; una de las razones que han frenado el desarrollo del sureste y Península de Yucatán era la falta de una conexión eficiente con la red ferroviaria nacional.
En este sexenio que recién concluyó se cambiaron casi 700 kilómetros de vías y durmientes; desde Coatzacoalcos hasta Mérida para incrementar la velocidad de los convoyes de los 15-25 km/h a los que viajaban, hasta los 75 km/h en que normalmente viajan.
Al menos, en su concepción; el Tren Maya viajaría a 160 km/h. No llega a ser un tren bala, pero en estándares internacionales se considera de velocidad media.
Sin duda; una excelente opción para conectar el circuito de la península con el resto de país; haciéndola accesible con tren (de carga y pasaje). Si creo que sería importante y un detonante para la región. Ahora; también hay que considerar otros puntos no menos importantes. Primero; que tenemos que ver qué lo más seguro; de forma inicial no sea lo más rentable y económicamente exitoso hablando. Pienso que el mejor esquema que podría usar el Gobierno Federal es optar por la concesión a particulares y no operarlo ellos mismos. El desastre de Ferronales, que fue liquidada a fines del siglo pasado debe ser un ejemplo sobre lo que no se debe de hacer.
Segundo; someter una obra de infraestructura de ese tamaño a una consulta popular como la que fue el fin de semana pasado está mal y es engañoso y populista. Consulta FAKE que careció de los más elementales conceptos de validez y seguridad. Una obra así; debiera consultarse apegándose a lo especificado en el tan mentado artículo 35 sobre las Consultas; más aún si esta pretende ser vinculatoria.
Tercero; ni de chiste se podrá concluir en 4 años y menos aún costar los 150 mil millones de pesos que estima el Presidente electo López Obrador. Estamos hablando de alrededor de mil 500 kilómetros de vías pasando por algunos de los lugares más inhóspitos de México. A esto mismo junto el impacto ambiental evidente que causará. Porque de que afectará, de eso podemos estar seguros.
Por eso no me gusta la forma que qué se tratan los proyectos que pueden ser viables en el largo plazo y representar un beneficio para el país. Degradante y banal. Es populista y desgastante seguir con esa tónica.
Que se hagan los estudios y proyectos. Si va; va. Y si no. Pues no.
En estas cuestiones no hay cosa tal como pueblo sabio. Solo políticas que funcionan; y políticas que no funcionan… ni funcionarán.
Que tenga un magnífico día.
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