A Ocho Columnas: Acartonamiento.

El pasado viernes 17 rindió su II informe de actividades el diputado Raúl Paz Alonzo. Todavía no se olvida en la opinión pública su garrafal error de negar su asistencia a la dichosa fiesta, después de la plenaria del PAN en Puerto Vallarta, en enero de este año. Aun así, Raúl Paz insiste en ir por la candidatura de su partido a la presidencia municipal de Mérida.

Tres semanas antes de la publicación de los videos, su cuñado, el ex gobernador (2001-2007) Patricio Patrón Laviada se deslindaba pública y políticamente de el. Al saberse la existencia de estos, lo primero que vino a mi cabeza fue; ¿sabía su cuñado de la existencia de los videos? ¿Aprovechó la coyuntura Patricio para separarse de Paz?

El hecho es que ante simpatizantes panistas, rindió un informe desangelado, protagónico y acartonado. Desangelado, porque esperaba más asistencia. Y parece que la dirigencia del PAN local no la lleva del todo con Raúl Paz. Cuando reventó la bomba de los videos, uno de los primeros en hablar con el fue Hugo Sánchez Camargo, actual presidente estatal y amigo personal. La pregunta fue directa: ¿estuviste o no en la fiesta? La respuesta fue un no tajante. De inmediato, Hugo salió a dar la cara por su diputado, correligionario y amigo.

Y con el paso de los días, con el peso de las evidencias se sabe la verdad… y todo cae por su peso. Acepta que si asistió a la fiesta.

Protagónico, porque desde meses antes los “aspirantes” a gobernar Mérida se juntaron, en apretón de manos los tres: Raúl Paz, Mauricio Vila y Salvador Vitelli dijeron que van unidos por la ciudad. A raíz del escándalo de los videos; Mauricio Vila tiene mas libertad de movimiento. El actual alcalde Renán Barrera se mueve con más soltura dentro del PAN. Vitelli, sabedor de sus limitaciones, observa y espera su tiempo. Paz, insiste en ir y sentirse seguro ganador de algo que siente el PAN le pertenece. Sin embargo, Vila sigue destacando como el más viable en este momento.

Y acartonado. No hay que decir mucho. La misma cantaleta y rollo tantas veces escuchado que por momentos parecía sacado de un discurso de los años 70 u 80 del siglo pasado. Al extremo de llegar a llamar “malvado” a la actual administración estatal. ¡Por favor!

Aprender de los errores del pasado es clave para no repetirlos. Pero de ahí, a repetir a insistencia (y complacencia) de un medio que aún se siente dueño de la verdad absoluta el mismo cliché, el recurso cursi de “errar es de humanos” y el “perdón, me equivoqué”, pudieron haber tenido mas eco en otro contexto. No escuché a lo largo de su discurso ninguna propuesta novedosa para la problemática cada vez más compleja de Mérida y su zona metropolitana. Solo alusiones a los gobiernos emanados del PRI en esta capital, con particular debilidad por el encabezado por la Arq. Angélica Araujo, que sigue siendo el tucho y la personificación de todos los males que padece hoy esta ciudad.

El mea culpa de Raúl Paz hubiera tenido el efecto deseado al momento de publicarse las imágenes y videos. Atajar y contener el daño. Prefirió la mentira, la traición y el servilismo.

Aunque el 7 de junio se antoja aún lejano, el proceso electoral ya está en marcha. Y el PRI y el PAN definirán precandidatos primero, y candidatos después. En mi opinión, no veo a Raúl Paz candidato para Mérida. Lo siguen persiguiendo los fantasmas y rumores del pasado, reciente y no tan reciente.

¿La casa que estaba buscando en esta ciudad para una “amiga” y las desavencias con su esposa y familia política, serán solo rumores? ¿O más bien hechos controversiales que afectan directamente su carrera política?

Me quedo con la segunda. El PAN yucateco, rehén de lo peor del panismo. Hace unas semanas en televisión, platiqué con Hugo Sánchez Camargo. Habló de los malos panistas. Veo muchos. Y se mueven más que los buenos: traición, mentira y servilismo. Que legado.

Que tenga un magnífico día.

Comentarios a: emollerb@live.com
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Facebook: Emilio E. Moller

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Un comentario

  1. Me parece muy acertado el comentario , los mentirosos siempre lo seran Y ya esta bueno que nos traten como a Caperucita

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